Durante esta revolución se reconstruyó el cuerpo vital con objeto de acomodarlo a
la mente germinal. El cuerpo vital tomó una forma más parecida al cuerpo denso, de
manera que se encontrara en las condiciones necesarias para poder ser empleado como
el más denso vehículo durante el Período de Júpiter, cuando el cuerpo denso se haya
espiritualizado, como se explicará más tarde en esta obra.
Los Ángeles, que eran la humanidad del Período Lunar, fueron ayudados por los
Señores de la Forma en su reconstrucción. La organización del cuerpo vital es ahora, en
su eficacia, el más próximo al cuerpo denso. Algunos que han escrito sobre este asunto
afirman que sólo es un eslabón, y sostienen que no es más que el molde del cuerpo
denso y no un vehículo separado.
En el Período de Júpiter, el hombre funcionará en su cuerpo vital de igual manera
como funciona ahora en su cuerpo denso; y como ningún desarrollo es súbito en la
Naturaleza, el proceso de separar los dos cuerpos ha comenzado ya. El cuerpo vital
alcanzará un grado mucho mayor de eficiencia que el que tiene actualmente el cuerpo
denso. Como que es un vehículo mucho más flexible, el espíritu podrá, entonces, usarlo
de una manera imposible de realizar con nuestro vehículo denso actual.